El asombroso proceso del embarazo
Desde que supe que estaba embarazada, y como la gran mayoría de mujeres en la misma situación hacen, me invadió una gran curiosidad por saber qué estaba empezando a ocurrir en mi organismo. La cantidad de información es abrumadora, por eso he decidido escribir una serie de posts sobre este proceso que, además, también estarán en formato podcast (podéis acceder al final del post).
Empecemos…
El embarazo es una de las etapas más extraordinarias a nivel biológico. Las adaptaciones fisiológicas, endocrinas e inmunológicas que ocurren en el cuerpo de una mujer son realmente asombrosas.

Pero, lo primero, ¿cómo se determina que una mujer está embarazada? Existen diferentes signos que nos dan información para poder llegar a esa conclusión. Estos signos se dividen en 3 tipos: signos presuntos (cambios que experimenta la madre y que le hacen pensar que puede estar embrazada), signos probables (signos que se observan en un examen físico y que pueden hacer al médico sospechar que la mujer está embarazada) y signos positivos (sólo pueden ser explicados por un embarazo).
Signos presuntivos
- Amenorrea (falta de regla): el ovario tiene diferentes folículos y, en cada folículo, hay un óvulo. El propósito principal de la menstruación es seleccionar uno de estos folículos cada ciclo menstrual para que crezca y se desarrolle. Conforme crece y se desarrolla, secreta hormonas, concretamente estradiol (un tipo de estrógeno). El estradiol actúa sobre el útero y produce ese forro interior que hay en el útero, el endometrio, para que prolifere y se engrose. A mitad del ciclo menstrual, el folículo maduro se rompe y libera al óvulo que tiene en su interior (ovulación). Una vez que se libera, el óvulo viaja por la trompa de Falopio, donde puede encontrar un espermatozoide que lo fertilice. A su vez, el folículo que se había roto, ahora llamado cuerpo lúteo, queda en espera, aguardando a que se produzca la fertilización
para empezar a producir una gran cantidad de progesterona. La progesterona actúa sobre el endometrio para aumentar el crecimiento de las glándulas y provoca el almacenamiento de glucógeno. Todo esto ocurre para preparar al endometrio para la implantación del embrión. Si el óvulo no es fecundado, el cuerpo lúteo deja de producir progesterona y, por tanto, el endometrio se deshace (esto es la menstruación). Pero si el óvulo se fecunda, se implantará en el útero y se producirá la gonadotropina coriónica humana que hará que el cuerpo lúteo se mantenga vivo y produciendo progesterona que, a su vez, mantendrá al endometrio vivo y sano. Por tanto, no se producirá la menstruación.
- Náuseas y vómitos: una de las causas es la progesterona. Esta hormona relaja los músculos lisos incluyendo el tracto gastrointestinal. Si este músculo está relajado, la comida no avanza igual y se va amontonando.
- La placenta también produce la hormona estimulante de los melanocitos, que son las células pigmentarias de la piel. Por tanto, la hiperpigmentación también es un signo común.
- Sensibilidad en el pecho: por el efecto del estrógeno y la progesterona que causan el crecimiento de las glándulas dentro del pecho.
Signos probables
- Aumento del tamaño del útero.
- Test de embarazo positivo: estos test detectan la gonadotropina coriónica humana en orina o sangre entre 10 y 14 días tras la concepción. Puedes tener un falso positivo porque hay ciertos tipos de cáncer que también producen esta hormona.
- Signo de Goodell: la punta del cuello uterino se vuelve blanda e hinchada.
- Signo de Chadwick: la mucosa vaginal y el cuello del útero se tiñen de color azul oscuro o violeta.
Signos positivos
- Visualización del feto.
- Oír los latidos.
- Sentir los movimientos.
¿Qué cambios maternos ocurren durante el embarazo?
El embarazo dura aproximadamente 38 semanas y media y se divide en 3 trimestres (1º trimestre: 0-13 semanas; 2º trimestre: 14-26 semanas; 3º trimestre: 27-38.5 semanas).
El útero tiene que crecer y el feto también, por lo que se producen cambios fisiológicos en la madre. La mayoría de los cambios que ocurren en la madre, incluido el crecimiento uterino, se producen por la acción de diferentes hormonas, especialmente por las hormonas sexuales femeninas: el estrógeno y la progesterona. La gonadotropina coriónica humana también es importante y procede del embrión.
Desde el inicio del embarazo hasta la semana 12, el cuerpo lúteo y el ovario producen la mayoría del estrógeno y la progesterona que, inicialmente, mantienen al embrión y causan el desarrollo de la placenta. Pero durante la primera parte del 2º trimestre, el cuerpo lúteo se degenera y la placenta toma el control como el principal productor de hormonas, como el nuevo órgano principal endocrino durante el embarazo.
El estrógeno produce efectos tanto en la madre como en el feto. Esta hormona va aumentando hasta el final del embarazo. Sus funciones son:
- Suprime la liberación de la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) por la hipófisis anterior mediante un feedback negativo. Si la FSH y la LH se encontraran en la sangre, se empezarían a desarrollar folículos y óvulos en los ovarios.
- Induce el crecimiento de los órganos fetales, como los pulmones y el hígado.
- Estimula el crecimiento del tejido materno: crecimiento del útero y desarrollo y expansión de las glándulas mamarias (para prepararse para la lactancia).
Funciones de la progesterona:
- Espesa el cuello del útero y desarrolla el tapón mucoso que ayuda a bloquear el paso de bacterias al interior del útero.
- Provoca la relajación muscular.
- Prepara el tejido mamario para la lactancia.
La hipófisis anterior también se hace más grande durante el embarazo y empieza a producir más tirotropina (regula la producción de hormonas tiroideas por la glándula tiroides) entre otras cosas. La tirotropina afecta a la glándula tiroides y aumenta la ratio metabólica de la madre y esto hace que aumente el apetito (esto ocurre porque se necesita mucha energía para mantener la gestación). También causa los sofocos que ocurren durante el embarazo.
Sistema circulatorio: aumenta el volumen de sangre de 1-2 litros para asegurar que el feto se nutre correctamente. Debido al extra de sangre, la tensión arterial de la madre aumenta. También se pueden producir palpitaciones. Además, el útero al crecer puede presionar los vasos sanguíneos pélvicos y esto obstruye el retorno venoso al corazón desde las piernas y la pelvis. Esto puede causar el desarrollo de varices.
Cambios en la piel: el útero en expansión también estira la dermis en el abdomen. Cuando la piel se estira más de lo que puede soportar, el tejido conectivo y la piel que hay debajo se pueden rasgar y producir estrías.
Sistema respiratorio: los pulmones también tienen que hacer más trabajo durante el embarazo. Tienen que trabajar un 50% extra. Esto es para proveer oxígeno a toda la sangre extra. Para complicar las cosas, el útero empuja el diafragma de la madre impidiéndole respirar profundamente. Por tanto, la madre puede desarrollar un poco de dificultad para respirar durante los últimos meses.
Sistema digestivo: el útero también presiona el estómago y esto puede causar acidez y reflujo gástrico en la madre. Por suerte, en las últimas semanas, el feto desciende un poco en la pelvis y esto se alivia.
Estos son algunos de los cambios que ocurren en el organismos de una mujer cuando se queda embarazada. Y, en todo este proceso, hay un órgano que aparece y desaparece tras el parto. Este órgano vital en el embarazo es la placenta. ¡Os hablaré sobre ella en el próximo post!
Podéis encontrar el podcast sobre este post tanto en la página web de la Cadena Ser de Elche, aquí, como en el programa de podcast de la Asociación de Divulgación Científica de Alicante, aquí.
Un comentario
Laura Sánchez
Muy interesante, como
Siempre !!! Enhorabuena